Ana Lidia Hohne
Estimado profesor, a medida que se aproxima la consumación de los siglos, las fuerzas espirituales del mal y el pecado se van intensificando y van tomando nuevas apariencias. El Nuevo Testamento está repleto de profecías que comprueban esta afirmación. Cito únicamente tres: • «Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará» (Mateo 24:12); • «Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz» (2 Corintios 11:14); • «Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón» (Apocalipsis 13:11-14). Este libro exigirá un poco más de ti que los demás. Más estudio, más oración, más consagración, más vigilancia y más dependencia de la gracia y el poder del Señor Jesucristo. ¡Vas a necesitar toda la armadura de Dios! Por otro lado, tendrás una nueva oportunidad de ser un vaso útil en las manos del Señor para ayudar a tus alumnos a no caer en las astutas trampas del Maligno, y sacar de allí a quienes han entrado por caminos engañosos. Que Dios ilumine tu mente y estimule tu corazón, mientras tú inviertes tu precioso tiempo preparando estas clases. 4