José Alejandro Peña
Mañana, el paraíso está elaborado con un sentido mítico, no místico; se apoya en el instante como símbolo y en la metáfora como organismo vivo de transformación de la palabra en imagen. De ahí que lo cotidiano confina con lo no-cotidiano, es decir, con la frase inusual, muchas veces descarriada de sentido lógico, superponiendo lo absurdo con frecuencia. La densidad de las imágenes transita por direcciones múltiples, cortantes, permitiendo que los aspectos semánticos se desarrollen sin entorpecimiento de la forma y viceversa.En este libro, José Alejandro Peña sorprende a su lector, al revertir la realidad para crear realidades polivalentes, conformes a la agudeza de su imaginación. Por otro lado, el poeta se nos muestra incisivo y desafiante, convirtiendo lo inocente de su palabra en inocencia trágica, esto significa subversión y, al mismo tiempo, criticidad y desafío, sapiencia poética, ironía, sarcasmo, y humanización del llamado “hombre unidimensional”.Miguel Salazar Falcone