José Alejandro Peña
En estos poemas, según Antonio Fernández Spencer, “el poeta construye una atmósfera privilegiada, donde armonizan detalles de un realismo preclaro y un neo-surrealismo concéntrico, lacónico, heterodoxo. Magia, superstición, invención y muerte, ensanchan la vitalidad poética de este libro primordial, fuerte, hermoso, perturbador y necesario.”