Roberto Serna
Es posible que uno no sea mucho, puede incluso que uno sienta como si no fuese nada: estemos tranquilos. Todos somos alguien. Sobre esto trata este ensayo de carácter filosófico. Sin embargo, los libros no muestran cómo las vidas son construidas; en todo caso y sin excepción la tarea es nuestra, tuya y mía, de todos. Este libro alerta de un impulso vital que se construye trabajando sobre uno mismo y no solo leyendo. Un lector que lee y no trabaja en sí mismo, que no aprende sobre sí mismo ni se cuestiona a sí mismo es un lector que solo busca entretenimiento, no crecimiento y, por tanto, no tiene derecho a quejarse. Porque la autocomplacencia no debe ser una opción. ¿Qué lecciones y qué autores nos muestran el camino para la construcción de algo tan grande? No se trata de personas timoratas sino de aquellos que conocen el deber de hacer lo que podemos realmente hacer con nuestra vida, aquello que es correcto, como el propio Immanuel Kant, como Abraham Maslow. También como Martin Seligman, cuyo modelo terapéutico conductual, ayudado nada menos que por el mismísimo Sócrates, nos invita a disfrutar de una vida en positivo mediante el control de los pensamientos. Aprendamos de ellos y vivamos como queramos.