Ramón Navia-Osorio Villar
Hemos querido buscar explicación para muchas de las cosas que caen del cielo y para ello hemos indagado en otros campos, por ejemplo la Historia, y comprobamos que en la época de los césares ya caían cosas extrañas del cielo. En nuestra atmósfera y en nuestro suelo se producen cientos de anomalías que pasan desapercibidas por el gran público. En esta obra hacemos un pequeño repaso a algunas de estas aberraciones, por creer que detrás de todo ello se encuentra algo o alguien que no puede controlar las leyes que rigen en la naturaleza. El hombre, unas veces por miedo, y otras por ignorancia, olvida lo que la naturaleza enseña diariamente; consideramos que esas alteraciones tienen una causa y ésta no se produce por azar.Como todo lo que se produce en la naturaleza tiene su origen y su intención, suponemos que estas manifestaciones, que rompen con los procesos naturales pudieran estar originadas por causas no tan icásticas. En ocasiones hemos culpado a ciertos Estados que experimentan con el medio ambiente, pero ya quisieran ellos disponer del poder que manifiestan estos meteoros.Deseamos agradecer al estudioso estadounidense Charles Fort que, a principio del siglo pasado, recopiló de forma exhaustiva todas esas incongruencias que se registraron en nuestro entorno y gracias a él, surgieron sociedades y grupos que se preocuparon por las anomalías meteorológicas. 10