Daniel Huerta Goya
El jardín va vistiéndose de blancomientras ajeno al frío y la algazarabusco en la paz profunda del estudiola amena compañía de los librosPersigo el corazón de las palabrasla venerable música del verbocon la humilde alegría de aquel sabiorecluido en su torre de DordoñaLos nísperos se rinden a la nievea su luz inquietante y cegadora…y vástagos del lilo quiebra el hieloEl mundo es un palacio inhabitableescabroso, falaz, tragicaóticoy el único refugio es la poesía