Edmundo Mart Cartam N.
La mentira y la falsedad se han vuelto un denominador habitualen nuestras vidas. Nos hemos enfrascado en fabricar apariencias;aparentamos algo que no somos... No somos buenos, no somos justos,nos somos rectos y no ascendemos al lugar de los seres humanos, dondeel conocimiento es excelso y limpio. Pero más que esforzarnos en corregireso, más que querer ser bueno y trabajar por ello, o ser justos y trabajarpor ello... nos hemos esmerado en inventar técnicas sociales donde senos ha permitido camufl aje de esa parte horrible, la que llevamos connosotros a todos lados y, que nos permite hacer creer a los demás quesomos rectos, amorosos, confi ables, esforzados... que nos permite...¡Lo que no somos!Hemos ido aprendiendo a cambiar cosas importantes por cosasinservibles que no valen la pena... buscamos un estatus, buscamos hacerun nombre que nos de reconocimiento y respaldo. Y hemos olvidado lascosas que verdaderamente valen la pena.No se los demás, pero yo estoy arto. Este poemario es un recargo de misactos, es un decir: me he equivocado; es un decir: el sufrimiento no existey la vida es hermosa por dura que parezca.