Horacio Vázquez Rial
Escrita en 1991, El lugar del deseo no vio la luz hasta el año 2000 y, por su cronología, se ubica entre la Historia del Triste y La libertad de Italia.Un historia que explora las contradicciones de Tristán Justo entre dedicarse a la pintura o a la militancia política. Un texto sobre la pasión en el corazón y las razones de una serie de personajes entre los que se desdibuja el narrador, con el trasfondo de Velázquez y «Las meninas», tratando de encontrar la mirada del hombre que hubo detrás de ambas.Un texto en el que recuperamos el aprendizaje de dos cosas: que el tiempo y la ausencia convierten la memoria en sueño, y que la historia de los hombres es más breve que la sombra que proyecta.En 1991, surgió de alguna zona de mi interior, de mi memoria o de mi olvido, El lugar del deseo. Su personaje principal, Tristán Justo, se parece mucho al muchacho que yo había sido a principios de los años setenta. Como él, estuve obsesionado por Velázquez. Como él, dudé gravemente al escoger entre la militancia y la escritura. Como a él, me ayudaron el amor y la claridad de otros: como a él me angustiaba la posibilidad de incumplir mi destino verdadero y recibí luz y voluntad de los más sabios y las más generosas.Horacio Vázquez-Rial 10