Augusta Ulloa Rivadeneira
La vida nunca nos prepara para perder a quienes queremos. Estees el relato de una hija que, durante el primer año sin su madre,se enfrenta a un torbellino de emociones: el dolor, la rabia, la nostalgiay, también, al amor inmenso que sigue intacto. A través decartas, recuerdos y momentos cotidianos, nos muestra una luchapor aceptar lo inevitable y encontrarle sentido a la ausencia.Es una historia que duele y reconforta al mismo tiempo, dondela protagonista descubre que el amor no se va, que sigue presenteen los pequeños detalles: el perfume de su madre, el ladrido deCharlotte, su perrita, o las mariposas que aparecen cuando más lasnecesita.Desde hoy, no se matan mariposas es un homenaje a esos vínculosque, aunque cambian de forma, nunca desaparecen. Una historiapara quienes saben que amar de verdad es aceptar que siempre quedaráuna parte rota, pero también una llena de vida.