VARIOS AUTORES
Irrumpe con toda la fuerza de su propia voluptuosidad el señero de fantasías comunes, aquí en Pervirtud Poética, al mismo tiempo que en el inmenso subsuelo de ternuras que increíblemente y que por supino y odioso interés, frecuentemente, la sensualidad erótica, ha sido motivo de sonrojos y censuras, por falsos tabúes y no menos falsos profetas de la inmoralidad. A quienes nadie conoce en la osuridad de la noche de:ANOCHEAnoche le dije a la lunaque no podía estar llena...Ella me miró sonriente, satisfecha,y se limpió el semende los labios con su lengua.